En su sentido más puro (y más restringido), la expresión “cine gay” debería reservarse para el cine subcultural: el que llena programaciones de festivales gays, el hecho a partir de la experiencia gay. Me interesa saber qué opinión os merece este cine “subcultural” o qué experiencias podéis compartir al respecto.

Uno de los aspectos recurrentes en vuestros cuestionarios y algunas opiniones en este blog es que el cine subcultural, en general, os atrae poco. La mayoría de los que declaran esto, añaden que lo que les gusta es el “buen” cine. Yo no acabo de entender este tipo de enunciados, aunque creo que sé más o menos por donde van los tiros. Un modo de reflexionar sobre esta cuestión es preguntarme qué quiere decir la gente cuando habla de “buen” cine. Y lo que pasa es que cada uno quiere decir una cosa distinta, lo cual hace que el significado del enunciado anterior (que presupone además que todo el cine gay es “mal cine”) sea realmente escurridizo.
En esta discusión dejo de lado las películas que obviamente son narrativamente torpes o no saben fragmentar una escena con el montaje o tienen actores para matarlos. Pero de ésas hay también en los cines comerciales. Y son tan homo como hetero. Hay por supuesto criterios “técnicos” objetivables, que son más o menos los que enseñamos en clase. Construcción dramática, motivos visuales o narrativos, un cierto dominio de la sintaxis de planos y movimientos de cámara… En general, la gran mayoría de películas gays (en este sentido reducido, que no coincide con el que uso en mi blog) cumplen con esto, a veces con creces. Pero esto no basta al parecer. Y luego hay otros criterios que son de tipo “artístico”: una buena película es una obra de arte, algo que explora nuevas direcciones en el lenguaje, que dice cosas de una manera innovadora, que busca nuevos terrenos de expresión, que tiene un discurso sobre la realidad complejo, etc. Ciudadano Kane. El eclipse. Ocho y medio. Evidentemente, muchas de las películas que consideramos “buenas” no llegan a estos extremos. Entre otras cosas porque la innovación radical no suele traer éxito de taquilla. Así, el concepto que la gente tiene de lo que es una buena película (y que para la mayoría de vosotros el cine gay no cumple) se encuentra en algún lugar entre ambos.

Está claro que una “buena” película es la que tiene una serie de rasgos que apreciáis. Y algunos compensan por otros. Hay películas que no son grandes películas pero que tienen una cosa que nos gusta (no sé, una buena interpretación de Robert DeNiro, un momento Scorsese ágil y dinámico) y os predispone positivamente. Y al contrario, hay películas buenas que tienen algunos elementos que pueden ser contrapeso en la balanza de la opinión. A mí no me gusta, por ejemplo, Meg Ryan, pero en Ricas y Famosas sale Meg Ryan y esto no afecta (demasiado) mi disfrute de la película. Lo que me choca un poco de vuestras respuestas es que los placeres que proporciona el “cine gay subcultural” no os parecen suficientes. Igual es una cosa de estas en las que sólo se posicionan quienes quieren declarar su distancia mientras que el resto disfruta bastante de la cuestión.
Es evidente que un cine dirigido a un sector específico no puede contar con grandes alardes técnicos o incluso de interpretación. Pero siempre pienso en una película como Sideways (Entre copas), mediocre desde cualquier punto de vista pero que cayó muy en gracia porque tocó la fibra sensible de cierta problemática heterosexual. Creo que los gays tendemos a ser menos permeables a este tipo de cosas. O quizá no: ¿hay algún equivalente gay a Sideways? ¿Alguna película gay que toque el zeitgeist gay y nos guste por ello? El caso es que da la impresión que los indudables atractivos que debería tener el cine subcultural (una mirada homoerótica que coincide con la del espectador a quienes va dirigida, un uso de ciertos códigos sin tapujos, reproducción de experiencias que se parecen a momentos vividos) no os parece “suficiente” como para apoyarlo. Y esto es curioso, porque si algo demuestra el fenómeno Brokeback Mountain es que el umbral de tolerancia de los heteros hacia la experiencia gay es bajo. Nuestra experiencia sólo se puede reflejar plenamente, de momento, en productos de la subcultura.

Definitivamente, la etiqueta no es derogatoria. Yo creo que el cine subcultural tiene su lugar y tiene unos placeres irreemplazables. No sé si vale la pena poner ejemplos, porque una vez entramos en este terreno hay cientos de películas y las posibilidades de verlas son limitadas, pero a mí me gusta bastante Trick, de Jim Fall. Latter Days tuvo bastante éxito hace algunos años. Hay una reciente, que se llama Straight Jacket que es precisamente eso, cine subcultural. Cine subcultural lésbico es But I’m a Cheerleader, It´s in the Water. Desert Hearts, Go Fish y Claire of the Moon nacieron de la subcultura, aunque con ambiciones, y no se preocupan por las sensibilidades hetero. En general se trata películas de bajo presupuesto y sin estrellas, pero tienen sus compensaciones.
Así, ¿Qué queréis declarar sobre el cine subcultural? ¿Queréis justificar vuestras críticas (con ejemplos concretos de por qué consideráis ciertas películas “malas”, porfa)? ¿Algún partidario acérrimo?