jueves, noviembre 30, 2006

"Cine subcultural" frente a "Buen" cine

En su sentido más puro (y más restringido), la expresión “cine gay” debería reservarse para el cine subcultural: el que llena programaciones de festivales gays, el hecho a partir de la experiencia gay. Me interesa saber qué opinión os merece este cine “subcultural” o qué experiencias podéis compartir al respecto.

Trick: la comedia romántica suele ser muy hetero. Lo que me gusta de Trick es que propone una comedia romántica con elementos referenciales claramente gays

Uno de los aspectos recurrentes en vuestros cuestionarios y algunas opiniones en este blog es que el cine subcultural, en general, os atrae poco. La mayoría de los que declaran esto, añaden que lo que les gusta es el “buen” cine. Yo no acabo de entender este tipo de enunciados, aunque creo que sé más o menos por donde van los tiros. Un modo de reflexionar sobre esta cuestión es preguntarme qué quiere decir la gente cuando habla de “buen” cine. Y lo que pasa es que cada uno quiere decir una cosa distinta, lo cual hace que el significado del enunciado anterior (que presupone además que todo el cine gay es “mal cine”) sea realmente escurridizo.

En esta discusión dejo de lado las películas que obviamente son narrativamente torpes o no saben fragmentar una escena con el montaje o tienen actores para matarlos. Pero de ésas hay también en los cines comerciales. Y son tan homo como hetero. Hay por supuesto criterios “técnicos” objetivables, que son más o menos los que enseñamos en clase. Construcción dramática, motivos visuales o narrativos, un cierto dominio de la sintaxis de planos y movimientos de cámara… En general, la gran mayoría de películas gays (en este sentido reducido, que no coincide con el que uso en mi blog) cumplen con esto, a veces con creces. Pero esto no basta al parecer. Y luego hay otros criterios que son de tipo “artístico”: una buena película es una obra de arte, algo que explora nuevas direcciones en el lenguaje, que dice cosas de una manera innovadora, que busca nuevos terrenos de expresión, que tiene un discurso sobre la realidad complejo, etc. Ciudadano Kane. El eclipse. Ocho y medio. Evidentemente, muchas de las películas que consideramos “buenas” no llegan a estos extremos. Entre otras cosas porque la innovación radical no suele traer éxito de taquilla. Así, el concepto que la gente tiene de lo que es una buena película (y que para la mayoría de vosotros el cine gay no cumple) se encuentra en algún lugar entre ambos.

Edward II, de Derek Jarman. El cine comercial mainstream no habría añadido relevancia gay a esta versión de la obra de Marlowe

Está claro que una “buena” película es la que tiene una serie de rasgos que apreciáis. Y algunos compensan por otros. Hay películas que no son grandes películas pero que tienen una cosa que nos gusta (no sé, una buena interpretación de Robert DeNiro, un momento Scorsese ágil y dinámico) y os predispone positivamente. Y al contrario, hay películas buenas que tienen algunos elementos que pueden ser contrapeso en la balanza de la opinión. A mí no me gusta, por ejemplo, Meg Ryan, pero en Ricas y Famosas sale Meg Ryan y esto no afecta (demasiado) mi disfrute de la película. Lo que me choca un poco de vuestras respuestas es que los placeres que proporciona el “cine gay subcultural” no os parecen suficientes. Igual es una cosa de estas en las que sólo se posicionan quienes quieren declarar su distancia mientras que el resto disfruta bastante de la cuestión.

Es evidente que un cine dirigido a un sector específico no puede contar con grandes alardes técnicos o incluso de interpretación. Pero siempre pienso en una película como Sideways (Entre copas), mediocre desde cualquier punto de vista pero que cayó muy en gracia porque tocó la fibra sensible de cierta problemática heterosexual. Creo que los gays tendemos a ser menos permeables a este tipo de cosas. O quizá no: ¿hay algún equivalente gay a Sideways? ¿Alguna película gay que toque el zeitgeist gay y nos guste por ello? El caso es que da la impresión que los indudables atractivos que debería tener el cine subcultural (una mirada homoerótica que coincide con la del espectador a quienes va dirigida, un uso de ciertos códigos sin tapujos, reproducción de experiencias que se parecen a momentos vividos) no os parece “suficiente” como para apoyarlo. Y esto es curioso, porque si algo demuestra el fenómeno Brokeback Mountain es que el umbral de tolerancia de los heteros hacia la experiencia gay es bajo. Nuestra experiencia sólo se puede reflejar plenamente, de momento, en productos de la subcultura.


Beefcake es un ejemplo estupendo de los placeres del cine subcultural: habla de nuestra historia, ofrece una mirada homoerótica, presenta situaciones reconocibles como nuestras

Definitivamente, la etiqueta no es derogatoria. Yo creo que el cine subcultural tiene su lugar y tiene unos placeres irreemplazables. No sé si vale la pena poner ejemplos, porque una vez entramos en este terreno hay cientos de películas y las posibilidades de verlas son limitadas, pero a mí me gusta bastante Trick, de Jim Fall. Latter Days tuvo bastante éxito hace algunos años. Hay una reciente, que se llama Straight Jacket que es precisamente eso, cine subcultural. Cine subcultural lésbico es But I’m a Cheerleader, It´s in the Water. Desert Hearts, Go Fish y Claire of the Moon nacieron de la subcultura, aunque con ambiciones, y no se preocupan por las sensibilidades hetero. En general se trata películas de bajo presupuesto y sin estrellas, pero tienen sus compensaciones.

Así, ¿Qué queréis declarar sobre el cine subcultural? ¿Queréis justificar vuestras críticas (con ejemplos concretos de por qué consideráis ciertas películas “malas”, porfa)? ¿Algún partidario acérrimo?

16 comentarios :

  1. veo un monton de peliculas gays, o subculturales como prefieras, al año porque las veo en el cine unas pocas, porque las veo en festivales de cine gay, unas cuantas más, y sobre todo las que encuentras en la ned, que como cosa extraordinaria se encuentran muchisimas mas de lo que por su poca entidad comercial nos pudiesemos imaginar, en estos momentos debo tener unas 50 en el disco duro que todavia no he visto

    son peliculas sencillas de modestos presupuesto y a veces intenciones pero que quieres que te diga estoy enganchado a ellas porque me hablan de algo que me es muy cercano a mi modo de vivir y de sentir por lo cual cuando me dispongo a ver una peli de estas rebajo mi nivel y mi rigor porque pienso que bastante merito tiene hacer una filmación que en general ve tan poca gente, no nos engañemos los gays tambien pasan del tema y hay muy pocos que vean este tipo de cine
    he tenido sorpresas muy agradables con este tipo de cine una de mis preferidas de este año ha sido Grand Ecole con un reparto estupendo y un tema interesante, algun dia contare porque la he visto cuatro veces

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  2. Estoy de acuerdo contigo. También con el tema de que los gays prefieren ver Misión Imposible 3. Esto, en sí, no está mal ni bien. Pero creo que hay un elemento de bloqueo. Y más en general: o los gays consumimos películas gays o nadie más las va a consumir, con lo cual desaparecerán, etc.

    Me interesa especialmente tu comentario de que "rebajas el nivel de rigor". No sé. Creo que siempre lo rebajamos cuando hay algo que nos gusta de verdad. Yo por ejemplo tengo películas de Joan Crawford en las que "rebajo mi nivel de rigor" porque me gusta Joan Crawford. Si Humoresque estuviera protagonizada por Loretta Young, no me molestaría. Pues lo mismo con el cine gay. Lo que quiero decir (creo) es que SIEMPRE hacemos algo así. Rebajamos o no según nuestras inclinaciones. Lo que me sorprende de la actitud de los gays es que las cosas que dices (reflejo de la experiencia propia, por ejemplo, por no hablar de la carne) no parezcan "suficiente" a los espectadores. Por mucho menos he ido yo a ver algunas películas...

    Gracias

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  3. A mi "Latter days" me paració tan ABSOLUTAMENTE mala que casi dejo de ver subcultura.

    También odié "Jeffrey" o "Lie down with dogs"

    Recientemente he odiado "Boy culture" o "The Gymnast"

    Motivos: dificil de explicar, pero creo que me recuerdan a las películas de "Estrenos Tv" de los domingos de mi juventud.

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  4. Yo creo que en el cine gay se hacen muchas bazofias que sólo por tener temática gay son aceptadas en festivales y... poco más. Anda que no nos han colado basura tipo Latter Days como dice José L. Serrano. O aquella Hard sobre un asesino en serie gay. Infumables. Una peli es buena o no independientemente de los medios de producción (no toda película de bajo presupuesto tiene que ser mala).

    ¿Por qué cada vez que en el festival gay de Madrid anunciaban en el programa de mano "esta película contiene un alto contenido erótico" había unas colas tremendas y luego cuando se salía del cine todo el mundo llevaba cara de desesperación y decepción? Porque los gays vamos a ver cine gay sólo por el hecho de su temática, y si ya te lo endulzan con toque erótico, más. Vamos, que nos tragamos de todo.

    Yo no bajo el listón con las pelis gays. Intento ponerlo a la altura que corresponde (que no es igual en todas las películas), pero exijo un mínimo de calidad, sobre todo en cuestión de guión e interpretación.

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  5. Bien, de acuerdo, pero añado unas cuantas cosas por discutir y por matizar:

    supongo que la de asesinos en serie a que te refieres es Hellbent. Igual es que no te gustan las películas de asesinos en serie, que, todo sea dicho, no son los productos más acabados de Hollywood: se planean para quinceañeros. Eso sucedía con esta en concreto. Pero los fans de estas películas consideran que no está nada mal. Y es que la subcultura no tiene por qué ser incompatible con el subgénero. Claro que Hellbent no es "buena", pero tampoco lo era Viernes 13 parte cinco. Es el subgénero, que utiliza otras convenciones. Si uno quiere buenos actores, puede ver una de Al Pacino. Si quiere buen cine, una de Fellini. Pero si lo que quiere es ver sangre, va a una se slashers.

    Latter Days. No me meteré en el concepto de calidad, que es escurridizo. Lo único que diría de esta película es que trata de un asunto que a cierta gente le puede parecer relevante (conflicto entre religión y homosexualidad) y que no se trataría en otro contexto o se trataría desde una perspectiva homófoba. De nuevo, para gente que busque una película para ilustrar algo (y soy consciente de que me salgo de criterios estéticos o de calidad) está bien que exista ésta.

    El tema erótico: pues claro que tienes razón, el público en general tiende a buscar "eso" cuando no tiene otros criterios de elección. Pero, como decía Terenci Moix en aquella entrevista para Zero, no sé qué tiene de malo que salgan chicos guapos desnudos en las cosas. Quiero decir que el erotismo es uno de los motivos por los que la gente (homo y hetero) ve cine. No es la experiencia del cine, pero es una parte de la experiencia del cine. Y está bien que exista.

    Lo que me preocupa es que en vuestros cuestionarios y en este blog percibo cierta animosidad específica contra el cine gay (en sentido reducido), que al fin y al cabo no es mucho peor que "el cine en general".

    Trataba de pensar en positivo. Lo que sugería mi post es que, a pesar de todas las carencias que apuntas, que son ciertas y que no voy a discutir, el cine gay puede dar cosas al público gay (puede que no a ti, puede que no a mi) que no dan otras películas. No siempre estamos de humor para Antonioni, Rohmer y todo eso. A veces queremos cine chicle. Y el cine gay puede tener esa función.

    No se trata de bajar el listón: se trata de ver que el cine gay tiene una función, que sirve para un sector del público que no busca en el cine lo que busca el cinéfilo convencional, que a veces es muy digno, que tiene una función subcultural.

    Hay muchas formas de ver cine. Y el cine gay no es una etiqueta monolítica.

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  6. A estas alturas deberíamos ser conscientes de la realidad de este tipo de cine, de lo que vende y de para qué sirve.

    En mi caso, me he encontrado yendo al cine a ver alguna peli de este tipo porque intuía que la información (críticas, mayormente) sobre la película -o la falta de esta información-, estaba sesgada por personas que rechazaban esta temática y no entraban a juzgar la "calidad". Esta presuposición y esta curiosidad me ha hecho descubrir maravillas y tragarme auténticos bodrios.

    Ahora parece ser que ocurre lo contrario: hay que ser muy cauteloso con la efusividad de la información que se recibe sobre estas películas, sobre todo desde según qué medios.

    Sabiendo esto, y también personalmente, me parece absurdo perder el tiempo con películas basadas en planteamientos manidos, sin sensibilidad de ningún tipo y que no me aportan nada. No veo las pelis hetero de este tipo y tampoco tengo por qué ver las gays. Pero, así como veo bien que la gente vaya a ver a American Pie si le apetece, no tengo nada en contra de Trick, por ejemplo. Simplemente, su funcionalidad a mí no me funciona.

    Supongo que cada uno sabe aplicar su propio filtro (if any).

    J.

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  7. Anónimo8:55 a. m.

    Quizás tu planteamiento es demasiado "identitario" o "ideológico". Como si los gays debieran tener pautas de consumo (cultural en este caso) similares por el hecho de serlo. Lo cierto es que la inmensa mayoría de gays tienen una relación mucho más fluida con su identidad sexual. Y esto nos podría llevar de vuelta a la discusión sobre el armario de un post anterior.

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  8. Creo que estoy de acuerdo con lo que dices en términos de descripción de la realidad: tanto en cuanto a que la relación con la cultura gay es más fluida de lo que se asume como en cuanto a que mi actitud es quizá demasiado identitaria. Lo que cuestionaría más son las implicaciones. Para mí, no se trata de que la realidad sea una cosa y la ideología otra, y que la segunda se superponga a la primera distorsionándola. La realidad, tal como la contamos, es siempre ideológica. Por lo tanto ser ideológico es una respuesta legítima... aunque vaya contra los hechos.

    Trato de resumir mi actitud: es un tema que me interesa mucho ya que afecta de manera central al modo en que estoy articulando mis ideas así que lanzo una serie de matizaciones.

    La primera es que siempre hay que tener en cuenta la cuestión generacional. Creo que la relación con la cultura gay es distinta para los de mi generación y la de quienes tienen, digamos, menos de treinta y cinco. Sería prolijo explicar esto ahora, pero baste decir que no se trata simplemente de que los mayores seamos pro-identitarios y los jóvenes no. Se trata de un cambio de paradigma que afecta a las relaciones entre identidad, cultura y armario. Creo que es un elemento que tendré que recoger en el libro.

    En segundo lugar, las ideas que desarrollo aquí suelen proceder, como digo, de trabajos anglosajones. El reproche que podría hacerse a esto (y que me hago yo mismo, tratando de matizar mi actitud)es que las formulaciones se corresponden con la vida en los países anglosajones (especialmente USA y especialmente Nueva York, Los Angeles y San Francisco), basado en una respuesta al puritanismo sexual y aquí se ve la cosa de manera distinta. Yo aquí iría incluso más lejos: ni siquiera en los USA los gays son tan identitarios o políticos como los libros parecen indicar. Es una especie de espejismo: cuando uno conoce las culturas se da cuenta de que, con la excepción de zonas muy concretas, la relación entre identidad, cultura y experiencia tiene la fluidez que apuntas.

    Lo que comentas reproduce bastante bien la actitud tal como se da. Pero, ¿por qué tendríamos que limitarnos a hacerlo así? Yo creo que al escribir sobre la homosexualidad siempre hay un horizonte que es político. Quiero decir que no es evitable: que no hay gente ideológica y gente no ideológica, sino que nos identificamos con un sistema ideológico que dice que la subcultura no importa, que hay que ser como todos y otros que preferimos que importe y queremos ser visibles tal como somos.

    En cualquier caso, creo que lo del enfoque identitario en este país se entiende mal. Creo que un poco por cabezonería. Identidad no es camisa de fuerza. Uno puede ser persona sin dejar de ser gay. No hay incompatibilidad (como parecía implicar la ecuación que tanto se oía en los ochenta).

    Te propongo una sustitución: en lugar de "identidad" (término que ha quedado malogrado por el uso distorsionado) hablemos de "visibilidad". Estoy dispuesto a renunciar a lo primero si la normalización consiste en normalización de la visibilidad homosexual. Es decir, que nos comportemos respecto a nuestra vida gay del mismo modo que los heteros con la suya. Que podamos hablar del sexo de nuestro compañero en los primeros veinte minutos de conocer a alguien, sin plantearnos si les parecerá bien o mal. Que dejemos la mirada libre para contemplar culos tal como nos apetezca. Que podamos hacer comentarios con tanta pluma como queramos sin contenernos en un ambiente hetero. ¿Crees en este sentido que hay normalización?

    Esto me lleva a la cuestión del armario. Yo creo que el armario sigue distorsionando la experiencia homosexual de maneras que a veces no queremos reconocer. El armario es lo que nos hace decir que es mejor ser discretos. Lo de la fluidez de la sexualidad está claro. Teóricamente. Y es posible que se dé mucho por ahí. AHORA BIEN. A lo largo de mi vida me he encontrado con que la fluidez se ha empleado (ideológicamente, añado) para ocultar la experiencia homosexual. Los bisexuales tradicionalmente tienen una heterosexualidad pública y una homosexualidad privada. Lo cual es curioso. Y a veces la discreción, el rechazo a la subcultura son simplemente por pereza: cada vez más, estar en el armario puede ser cómodo. En parte porque si la homofobia tradicional siempre amenazaba con el escándalo, la homofobia liberal lo que se propone es mantenernos invisibles. No sé. Aquí la cuestión es si creemos que se ha llegado a un punto en que el armario es una condición soportable y no vale la pena meternos en las dificultades de salir. Éticamente, prefiero no perpetuar el armario. Y si tengo un toque activista (bastante poco, la verdad) es el de pensar que el respeto al armario de otros reduce mi libertad, que el armario no debe perpetuarse porque lo que hoy es soportable fácilmente se puede convertir en opresivo: en los últimos años cada vez oigo un discurso en el que se separa entre el "buen" homosexual, discreto, que no hace daño a nadie, que no se expresa, por una parte y, por otra, el homosexual político, ideológico, chillón, que quiere pasar por la cara de sus semejantes lo que no quieren ver. Creo que tal distinción es ideológica, y sólo se puede mostrar el desacuerdo con una ideología en sentido contrario. Creo que la protección del armario por parte de los homosexuales no es tanto porque realmente la sexualidad sea fluida, sino por falta de interés, por pereza, por cobardía o porque les importa un bledo nada, y aquí paz y después gloria, y cuando haya problemas ya veremos qué solución se les da.

    Por todo esto creo, sí, ideológicamente, que los homosexuales en cierto modo y sin dictaduras de corrección política deberíamos hacer las manifestaciones de nuestra experiencia y cultura más visibles, deberíamos quitar barreras a estas expresiones, en lugar de construirlas, deberíamos apoyar un cine que nos hace visibles. No todo el rato ni a gritos. Sino cuando nos parezca, pero sin bloqueos ni armarios. Eso sería para mi normalización.

    Por lo demás, reconozco que hay una tensión entre las cosas como son y las cosas como deberían ser. Pero también creo que es una tensión productiva...

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  9. Son demasiados los elementos que tocas y es necesario separar los principales.
    GENERACIÓN.La edad es una variable muy influyente pero compleja. El mundo en el que hemos crecido nos influye en la construcción de nuestra identidad/visibilidad como gays. Pero también influye en la relación con la cultura en general...también a los heteros.
    USA CENTRISMO. Creo que la existencia de un tamaño crítico es la variable determinante. Tal vez en USA no son más identitarios en general pero... son muchos más y tienen conciencia de país único (diferente a nuestra relación con otros europeos). Eso facilita el proceso de generación ideológica política y cultural gay... imagina un blog como el tuyo en USA.
    3/ VISIBILIDAD-ARMARIO. Totally agree. Pero soy tremendamente optimista. Basta mirar atrás 5-10 años para ver el paso de gigante dado. El proceso general me parece imparable. El personal... cada vez me parecen menos interesantes los gays armarizados. Allá ellos. Cero identificación.

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  10. Hola, he descubierto tu blog y me encanta. Poco a poco estoy intentando leer todo.
    Hace poco me he aficionado al cine de tematica, y me he bajado unas 20 que tengo previstas ver.
    Entre mis favoritas Latter days, Get Real, Beautiful boy, El club de los corazones rotos y Trick.
    Tengo pensado para la semana que viene un par de post sobre ellas.
    No se si te interasaria que nos linkaramos, pero a mi me gustaría. Un saludo, ALX

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  11. Anónimo12:14 a. m.

    No sé si voy a repetir algo de lo que ya han dicho anteriores participantes, porque no me lo he leído todo. Aquí van razones por las que a mí me interesa y me gusta mucho el cine gay. Por supuesto, por la identificación con lo que sucede en la pantalla. Pero no sólo. También, supongo, como a cualquier hétero, me gusta la posibilidad de vivir múltiples historias. Y en una peli gay, claro, me gusta ver a tíos buenos, por qué negarlo. Me gusta Krámpack porque me pongo en la piel de un chico con esos conflictos, aunque nunca viví en mi adolescencia una situación similar. Por cierto, me molestó mucho que Cesc Gay en un debate en versión española negara que la película debía interesar especialmente al público gay. Entre otras cosas, él no es el autor, pues si no me equivoco se basaba en una obra teatral. Creo, a diferencia de él, que sí es una película gay. Eso no quita que otras películas dirigidas por el mismo director, como En la ciudad, o Ficció, me encantaran. Algo curioso es que creo que si veo pelis gays puedo ser mucho más tolerante con la calidad. No tengo claro que El Club de los corazones rotos, por poner un ejemplo, fuera una maravilla, pero a mí me gustó. Si hubiera sido una historia hétero... no sé, es difícil de imaginar. Me encantó también Trick. Seguramente un componente esencial para una película gay es mantener cierto grado de tensión, de interés sexual. Y Trick lo mantiene con ese boy que está estupendo con el que el protagonista, que podría ser uno cualquiera de nosotros (aunque todo sea dicho, también es bastante guapo), no acaba de enrollarse. Hasta que hace la llamada para comprobar si el papelito que le ha dado lleva el número de teléfono verdadero y comprueba que sí... Esa caminata por la ciudad, cantando la canción de su obra de teatro, en el amanecer es de lo mejor que he visto. Te levanta el ánimo de verdad. Aparte de todas las escenas cómicas y sugerentes. Cuando van en el metro y el otro abre los ojos de repente, o la del lavabo de la discoteca con la reinona (genial, en versión original o doblada, genial). Soy cinéfilo de pro, voy unas dos veces mínimo por semana al cine, y en la tele es lo que más me gusta, y el cine gay me interesa especialmente. Como me interesa leer en clave gay ciertas películas, como El club de los poetas muertos o Picnic, por poner un par de ejemplos. Por cierto, a mí también me gustaría linkarme con gente a la que le interese el tema, aunque desde luego, si no se puede, muy atento leeré el blog. Otro día escribiré algo más ordenado, pero hoy es tarde y estoy cansado.

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  12. Anónimo5:19 p. m.

    Adoro el cine de subcultura. Y es porque habla de mi de verdad, sin eufemismos, sin intentar caer en gracia y sobre todo porque habla mi lenguaje. No me entendais mal. Me gusta Brokeback Mountain, pero está narrada desde los ojos de un hetero. Y se nota (y mucho). Hace poco me arriegué a ver "Diario de un escándalo", película con topicazo de bollera en el armario, manipuladora y cruel, que acaba jodiendo a todo el mundo. Que asco. Desde entonces me gustan menos Cate Blanchet y Judi Dench. Sin embargo pequeñas películas como Latter Days, trick, Mysterios Skin, Another Gay Movie, edge of seventeen, la otra pareja, y tantas otras, hablan desde otro punto de vista. Desde la subcultura de la que yo me siento orgulloso. Y lo hacen con su propio lenguaje. Creo que estamos demasiado influenciados por el lenguaje del cine de grandes historias y grandes palabras para tener la amplitud de visión necesaria para admirar joyas minúsculas sin grandes espectativas pero llenas de ilusión y de aire fresco que pasan por nuestras manos. Lo siento, pero para mi un "Trick" o un "latter days" que me hablan a mi directamente, con mis palabras, en un idioma que yo entiendo, valen más que 100.000 Brokeback Mountain.

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  13. hola,
    me ha interesado muchísimo este blog, es más, me he leido todo el comentario, y es porque me siento identificado: con vosotros- que supongo gays- y con el tema del cine gay. Yo al contrario de lo que veo aquí, soy estudiante de audiovisuales y debo decir que la mayoría de las películas de cine gay que he visto eran buenas o me han gustado. Creo que tienen una sensibilidad especial y me llega más fácilmente. Tampoco es que haya visto muchas de este tema, pero sobre todo los de TV2, que sinceramente, la mayoría me gustan. No he tenido oportunidad de ver Brokeback... pero me gustaría.

    Ahora bien, también es verdad que hay alguns pelis gays que parecen más bien una burla y que caen en tópicos irritantes que me queman hondamente. En estos casos siento una verguenza ajena por los personajes y odio por la visión del autor del texto.

    Con esto quiero decir que si comparamos el porcentaje de pelis gays buenas y de peliculas convencionales que los sean, el cine gay gana con diferencia: porque en su mayoría están hechas por grandes directores, en su mayoría son cine de autor. Lo que pasa es, como siempre, la falta de promoción publicitaria y su desconocimiento para los demás.



    Por favor, me gustaría una recomendación de las peliculas que considerais las mejores para que las disfrute. Hay que ver nuestro cine, pero no a disgusto, sino porque en realidad suelen tener una calidad bastante aceptable.

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  14. Anónimo8:16 p. m.

    Hola,
    Creo que siempre me han interesado las peliculas con tematica gay. Las primeras que recuerdo son Cuising de Al Pacino y la brasileña El beso de la mujer araña, mas tarde llegarian La ley del deseo de Almodovar y Philadelphia de Tom Hanks, en total habia visto un par de peliculas en un par de decadas. Para mi ser gay era como ser piloto profesional de coches, una rareza.

    Pero con la llegada de internet descubrí que había todo un subgenero de cine gay y comence a ver peliculas como El club de los corazones rotos o Juste une question d'amour. Y ya no me pareció que ser gay fuera una cosa extraña, y que personajes gay podian protagonizar todo tipo de historias y en todo tipo de paises. Y que habia cine gay de todas las nacionalidades. Sobre todo Estadounidense, britanico y frances, pero tambien lo hay israeli, italiano, japones, filipino, griego, argentino, canadiense, etc.

    Tambien hay que reconocer que se hace cine gay infumable pero tambien lo hay de calidad como C.R.A.Z.Y. que optó a los oscar hace un par de años.
    Pero a parte del cine de tematica gay creo que tambien hay cine para gays. Como surgió el cine para negros y que ha dado directores como Spike Lee.

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  15. Hola, soy un chico de 20 años y me encanta ver cine gay, por la sencilla razón de que me siento identificado con la historia , las situaciones... y todo lo que los gays vivimos y sentimos.

    Durante mi adolescencia, siempre que iba al cine con los amigos a ver películas románticas, eran desde el punto de vista hetero. Vale que tampoco hay mucha variedad si quieres ver una historia romántica gay en el cine pero aunque la hubiera, seguramente, la mayoría de mis amigos, habrían preferido ver la historia entre un chico y una chica.

    Los gays estamos acostumbrados desde siempre a ver pelis heteros e identificarnos con ellas, simplemente porque el mercado al que van dirigidas es más amplio y el cine gay es de "subcultura", como bien decís aquí.

    No estoy de acuerdo con que la calidad del cine gay sea mediocre y mala. Creo que hay pelis como "El hada ignorante", "Trick" o "El último verano", que son entretenidas e incluso buenas y, aun teniendo un presupuesto inferior a las super producciones de Hollywood, son bastante decentes y reflejan mejor nuestra forma de relacionarnos y sentir. Precisamente la pélicula con mayor peso medíatico (Brokeback Mountain)es la que menos me gustó, aunque le volveré a echar un vistazo algún día.

    Tengo la suerte de que en Extremadura, no sé porque extraña razón, hay un festival gay-lésbico por lo que puedo ver cine gay en la gran pantalla.

    Me encantó la entrada, escribes genial. Un saludo! :)

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  16. Latter Days era un desproposito, mal interpretada en general, esterotipada, una peli de Sandra Bullock para gays... maliiiisima.

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